El pasado domingo 27 de abril, a las 7:00 a.m., el cielo de Miraflores comenzaba a iluminarse con algo más que sol. Eran más de 250 personas las que se alistaban con un solo objetivo: correr. No por tiempo, ni por el podio. Correr por la educación. Correr porque aún hay demasiados niños que no tienen acceso a oportunidades dignas de aprendizaje. Así arrancó Misión 5K: Corre por la Educación, una carrera distinta, donde cada paso fue una promesa de cambio.

Familias enteras cruzaron el Parque Kennedy con alegría. Los corredores más experimentados dieron el ritmo, mientras los más pequeños hicieron de esta carrera una fiesta de solidaridad. Ver a las nuevas generaciones corriendo por otras nuevas generaciones fue más que simbólico: fue una declaración viva de que esta cultura solidaria se puede forjar desde casa, desde pequeños, desde una carrera de 5 kilómetros.

Y ese compromiso no se queda en la pista. Gracias a los fondos recaudados, se están impulsando dos proyectos educativos que marcan la diferencia: “Punto a Punto Aprendo Matemáticas”, en Quispicanchi (Cusco), que refuerza habilidades matemáticas en niños de zonas rurales; y “Espacios Lúdicos para la Mejora de Capacidades y el Desarrollo Cognitivo”, en Viñani (Tacna), donde el juego se convierte en herramienta para el aprendizaje. Cientos de niños serán beneficiados gracias a cada paso dado el domingo.

Esta primera edición no solo nos llena de orgullo por la cantidad de personas movilizadas, sino también por la calidad del compromiso demostrado. Lo logramos, también, con el respaldo generoso de organizaciones y empresas aliadas, que confiaron desde el primer momento en nuestro propósito. Y esto apenas comienza. Misión 5K tendrá nuevas ediciones, y cada una buscará convocar a más personas que entiendan que la educación no puede esperar y que cerrar la brecha educativa es urgente.